jueves, 14 de octubre de 2010

Origami



Cada trozo de papel era una potencial criatura de su imaginario personal. Un ave. Un pez. Un gato. Un dragón. Recordaba como al inicio de su aprendizaje los modelos eran complejos a simple vista y los resultados prácticamente inalcanzables. Pero era persistente, y la persistencia dio paso a la técnica, y la técnica a la experticia, y la experticia a la maestría. Ya no quedaba un rincón de su casa que no albergara alguna de sus creaciones.

Era difícil precisar en que momento comenzó con esta afición, y cuando esta se transformó en una pasión. Con el paso del tiempo llegó a plegar mentalmente los trozos de papel hasta completar los diseños sin necesidad de utilizar sus manos, perfeccionándolos en un ejercicio de imaginación llevado al límite. "Convertir una cosa en otra", era su lema y plasmaba la satisfacción de su creación.

Luego, cuando su mundo personal se volvió mas satisfactorio y cómodo, comenzó a plegar mentalmente todo a su alrededor, árboles que se transformaban en estatuas, edificios que se convertían en castillos o montañas, incluso las personas de acuerdo a sus características tomaban la forma del animal que mas los representaba. Sus creaciones le parecián perfectas, su mundo le parecía perfecto.

Y cuando ya no quedó nada mas que plegar, se plegó a si mismo en un ave y voló por su universo de papel.

3 comentarios:

  1. me gustó, me gustó, me gustó!!!! ese eres tu!!!! todo creativo e imaginativo!!! TQM!!!

    Danny....

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  2. Está bueno este... confieso que es el único que he leido... pero es un tema de concentración personal lo que no me permite leer más de diez líneas seguidas sin realizar saltos o perder el hilo de la historia...

    Está muy bueno en creatividad, relato y desarrollo... wena!

    Saludos...

    Fco

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